Ríos Ferrer nos presenta, ‘El
juicio de Dios’, una novela original y llena de acción
Es un escritor de Barcelona. Creativo y su pasión es la
pintura, la escultura y escribir. Ha desarrollado patentes industriales y de
invención para el mundo del espectáculo. Es experto en aplicación de las
tecnologías domóticas a través de nodos, en los llamados Edificios
Inteligentes, y también para las personas con movilidad reducida. Su primer
novela, publicada en formato digital, se titula El juicio de Dios.
Comenzamos
la entrevista preguntándole cómo surgió su afición por la escritura, ¿es algo
que le viene de familia?
Realmente
no. Aunque sí provengo de una familia creativa en general relacionada con el
arte.
Con la
autoedición ha visto cumplido un sueño, que su obra llegue a los lectores.
¿Cómo se sintió al ver su obra publicada en formato digital y empezar a recibir
las primeras opiniones de los lectores?
Es una
hermosa sensación. La gente te escribe diciendo que ha disfrutado de su lectura
y que además les ha hecho reflexionar en algunas cosas. Es fantástico.
Varios
escritores que han comenzado su andadura publicando sus obras en formato
digital han visto cómo sus obras eran publicadas posteriormente en papel.
¿Espera algún día que El juicio de Dios se publique en papel?
Últimamente
tengo alguna modesta propuesta, por lo limitada de su distribución, en ese
sentido, que por ahora no contemplo. Obviamente no lo descarto. Todos los
autores de digital quieren ver su obra en papel. También es cierto que la
comercialización si no se hace adecuadamente, tiene una corta vida en papel.
Algo que no sucede en digital donde una novela crea sinergias con otras
anteriores. No obstante creo que a no tardar, habrá un nuevo modelo,
probablemente híbrido, donde convivan todos. Esperemos estar ahí.
¿Ha escrito
más historias que no ha compartido con el resto? ¿Algún día verán la luz?
Eso espero.
Tengo dos novelas terminadas, que espero, una de ellas al menos, salga antes de
fin de año.
Ha afirmado
en una ocasión que El juicio de Dios ha sido una novela compleja en su
realización. ¿Cuánto tiempo le llevó escribirla?
Dos años y
tres corregirla. La novela es una especie de puzzle donde poco a poco van
encajando las piezas. A esa complejidad me refería.
¿Cómo fue el
proceso de documentación?
Largo y a la
vez muy entretenido.
En la época
del Emperador Constantino, emperador romano que instauró el cristianismo como
religión en su Imperio, se efectuó en el senado romano un Juicio a Dios en el
324 d.C. y los
documentos de tal evento permanecen ocultos en algún lugar del Vaticano. ¿Qué
fue lo que le impulsó a escribir El juicio de Dios?
Lo que representa para el ser humano cuestionarse su fe. Esa lucha interna
entre esa fe y la falta de entendimiento hacia las desgracias que entiende; no
merece. Me pareció una osadía, pero a la vez apasionante. Y ahí está.
La iglesia
católica creo en 1559 una lista con todos los títulos de obras consideradas
perniciosas para la fe, recogida en el Index
Librorum Prohibitorum et Expurgatorum, ¿es consciente que en otra época
su obra hubiese sido censurada por el tema que trata?
O quemado directamente. No creo que hubiese sido tan inconsciente. De todos
modos, la gente piensa que es una novela religiosa, y realmente no lo es. Tiene
el trasfondo pero es una novela de acción y sobre todo de diálogos. Si me lo
permite, para degustarla lentamente. Por cierto, una novela que generó el
interés y que a través de terceros se envió al Vaticano por petición expresa.
Muy cerca de Su Santidad.
En su novela El juicio de Dios un bufete de abogados se enfrentará al poder establecido de la Iglesia en el mundo. En el 2007 Ernie Chambers, senador estadounidense, demandó a Dios por causar catástrofes en el mundo, siendo admitida a trámite dicha demanda. Otro ejemplo anterior lo vemos en 1918 cuando Lunacharski organizó en Moscú un juicio contra Dios en el que fue «imputado» por genocidio y «condenado a muerte». ¿Qué opinión tiene de estos juicios?
El segundo caso no lo conozco a fondo pero fue más una pantomima. En el de
Chambers, creo fue más llamar la atención sobre algo como que Dios era
susceptible de ser acusado. Pero sin base. Sin ser sustentado jurídicamente,
como es el caso en mi novela.
¿Cree que
uno de los puntos fuertes de su novela es precisamente la originalidad de la
trama?
Sin duda; y no es mi opinión, sino la de muchos lectores. También el planteamiento de cómo se desarrolla la misma. Era un tema muy delicado en el que cruzar la línea de lo sensato y coherente, era muy fácil.
Sin duda; y no es mi opinión, sino la de muchos lectores. También el planteamiento de cómo se desarrolla la misma. Era un tema muy delicado en el que cruzar la línea de lo sensato y coherente, era muy fácil.
En el blog
de su novela El juicio de Dios va creando constantemente entradas con
fragmentos de su obra, ¿intenta llamar de esta manera la atención de los
lectores?
Sí, y por una razón específica; la lectura gratuita que permite Amazon, en el
caso de El Juicio de Dios, no refleja lo que viene a continuación. De hecho, la
parte a la que pueden acceder, ni siquiera centra el inicio de la causa que
motiva la historia real de la novela. Por lo que creí conveniente algunas
pinceladas complementarias en ese sentido; Vaticano, abogados, etc.
Los
escritores siempre nos comentan la dificultad en la creación de los personajes,
pero también un diálogo resulta en algunos casos complicado de realizar. ¿Es
arduo crear un diálogo con humor, fuerza e intensidad sin que el narrador
intervenga demasiado?
Mi táctica, supongo que cada cual tiene la suya, es contar la escena como
espectador. Dejar que los personajes hablen sin inmiscuirme mucho en los
diálogos. Sin comentarios que rompan el ritmo de las conversaciones. La
intensidad quizá sea producida, hablando de mi manera de relatar, en que nunca
secuencio una escena de pregunta/respuesta. Sitúo la escena, y mi personaje
pregunta lo que tiene que preguntar, por complicado que sea, y luego miro que
otros personajes respondan adecuadamente. Eso a veces me lleva a que una escena
inicial, no tenga nada que ver, una vez terminada, con lo que había imaginado
en principio. Eso sí, me sirve como si fuera una especie de “story board” pero
modificada por los derroteros que haya podido tomar la conversación o la
acción.
La escritora
Blanca
Miosi, referente en todo el mundo debido a su éxito con sus obras en
formato digital, hizo una reseña de su novela El juicio de Dios. ¿Ha
sido para usted importante recibir esta recomendación de un Nº1 en América y
Europa?
Sin lugar a
dudas. Una reseña importante de una autora referente en estos momentos en todo
el mundo es un regalo impensable. Blanca Miosi
no es solamente una gran escritora sino también una gran persona. Le estaré
eternamente agradecido por su amabilidad al hacerlo.
En el blog Secuencia y palabra publica
sus pensamientos, reflexiones y varios relatos y microrrelatos. ¿Cuándo se dio
cuenta de que escribir era lo suyo?
De una manera más consecuente, y dedicándole más tiempo, desde hace unos diez
años
Tras El
juicio de Dios, ¿tiene más proyectos literarios?
Sí, los que he comentado antes. Uno de ellos, de novela negra, está muy
avanzado en las correcciones.
¿Intentará
buscar editorial para sus nuevas obras o prefiere tener la libertad que le
ofrece la autoedición en formato digital?
Seguiré como hasta ahora, como dice usted muy bien, en esa libertad
autosuficiente; aunque no estoy cerrado a nada que pueda ser interesante.
Finalizamos
la entrevista preguntándole si, ¿tiene algún escritor que le haya servido de
referente?
Los clásicos; Verne, Dumas, Salgari. Me gusta mucho Cicerón, Hemingway,
Chandler, Forstyth, etc.
¿Qué libro
recomendaría a nuestros seguidores de De lectura Obligada?
Puede sonar a anticuado, pero creo que Cervantes y su Quijote siguen encerrando
los misterios de las novelas que han venido detrás. Con otras formas
narrativas, pero con un fondo consistente basado en aquella. Es una novela que,
la leas cuando la leas, siempre es actual. Como dicen ustedes, de lectura
obligada. También a Hemingway; cualquier título.